La casa que hace esquina tiene adornada la fachada a modo de mosaico en lugar de la típica pintura.
Los trozos de azulejo que los dueños utilizaron eran pedazos del material de todos los colores y dibujos posibles, que colocaron a modo de cenefas a su gusto.
Las puertas y ventanas son de madera, las balaustradas de yeso blanco y las forjas de metal.
Ahora está en venta, provista de variados
desconchones en las paredes y polvo. Mucho polvo.